Tuesday, October 09, 2007

Zen & Artes marciales




ZEN y Artes Marciales
Conferencia para « La voie du Fer » Septiembre 2007 >






Introducción:


Hoy, las artes marciales ocupan un lugar creciente dentro de nuestra cultura. Provenientes de China, Japón o de otros lugares, nosotros las hemos asimilado pero manteniendo un perfume exótico. Mi practica personal del sable japonés me condujo a interesarme sobre este tema desde un punto de vista de practicante de las artes de combate japonesas y mas particularmente desde el punto de vista del Buddhisatva Zen.

Las artes marciales practicadas en Occidente provienen de diversas culturas. Del Japón bien entendido (judo, aikido, kendo, iaido, kyudo…), de Okinawa (el karate vía el Japon), de China (kung-fu, tai-chi), de Vietnam (vo), de Corea (tae kwon do, de Brasil (capoeira), para citar los mas conocidos. Me parece importante de evitar de mezclar las prácticas que provienen de culturas diferentes queriendo hablar de “artes marciales en general”. Es por eso que yo me limitare en esta investigación a las artes marciales de origen japonés y en particular el arte del sable japonés y su relación con el Zen japonés.

Mi elección cayo sobre el Japón por dos razones principales:

Primero, el Japón parece ser la cultura que es asociada más fuertemente y más fácilmente a las artes marciales provenientes del Japón.
El judo y el karate son las artes marciales más populares. Y el samurai es una imagen fuerte, que interpela el imaginario.

Segundo, siendo yo mismo practicante de las artes marciales japonesas, yo tenia antes de encarar esta investigación (dado que se trata bien de una investigación por lo que a mi me concierne) de una parte un cierto interés personal por esta cultura y de otra parte un mínimo de familiaridad con la historia y la cultura japonesas (bien entendido, con todos los riesgos de conocimientos superficiales o erróneos que esto puede significar). Además como se trata de hablar de la relación entre el Zen y las artes marciales, me parece coherente examinar en primer lugar a aquellos que son reputados de tener el mismo origen de un área cultural.

El simbolismo de la practica del sable y del zen es el concepto de « bushido », el código de honor de samurai, es a menudo considerado como de haber jugado un rol capital dentro del desarrollo de las artes marciales japonesas. Si las artes marciales son budos, otra cosa que deportes de combate o de técnicas guerreras, es entre otras razones porque los samuráis cultivaban el bushido, la Vía del Guerrero. (Bushi=guerrero, do=la vía)

Dentro de otras características, el bushido implicaba una lealtad inquebrantable del samurai por su señor, así que una aceptación de la muerte que podía hasta la buscar voluntariamente en combate (uno piensa en los kamikazes, puestos en relieve por el nacionalismo japonés come siendo la encarnación moderna del samurai).

Bushido quiere decir literalmente la voluntad de hacer frente a la muerte sin temor.

En consecuencia, ser samurai quiere decir: estar listo a morir por su señor, por su honor a no importa que momento.


El arte del sable-una definición:

El arte del sable encuentra su origen entre los samuráis del Japón histórico sobre los campos de batalla.
El sable es igualmente uno de los elementos fundadores de la mitología japonesa. El figura entre los “tres tesoros” – junto al espejo y la joya y simboliza el poder divino del emperador en la tierra del Japón (tierra sagrada por vía de consecuencia).


Numerosas escuelas tradicionales han sucumbido a la prueba del tiempo, a menudo por falta de apertura y por una exagerada preocupación de restringir la transmisión de técnicas secretas. Hoy, algunas de esas escuelas subsisten en Japón y son incluso transmitidas a Europa. Su práctica es además progresivamente orientada hacia una búsqueda de perfeccionamiento del hombre como una vía de iniciación.


[...] Yo me esforzaré en esta obra de mejor hacer conocer el espíritu que anima el arte de la guerra y sobretodo eso que es conocido bajo la apelación de budo. Hacer conocer mejor el verdadero budo es hoy esencial, teniendo en cuenta los millares de personas que con seriedad, siguen sus preceptos durante su vida cotidiana.
Michel Coquet 1985





Una escuela tradicional del arte del sable - Shinkage ryu .

La escuela original de Shinkage fue fundada al final del 16to siglo par Kamiizumi Ise no Kami Fujiwara Hidtsuna (o Nobutsuna) un alumno brillante de la escuela Tenshin Shoden Katori Shinto y dentro del estilo de Kage Ryu (el ‘shin’ de Shinkage quiere decir aquí ‘nuevo, nueva’). Kamiizumi adquirió mucha experiencia en combate y mas tarde dio la vuelta por el país para profundizar su arte de sable. En la región de Nara, el encontró a Yagyu Sekishusai, un señor local, el que se convirtió así en su mas importante alumno y sucesor. El estilo se hizo celebre por sus técnicas “sin sable” (muto) contra un adversario armado de un sable, pero sobre todo por sus técnicas de Kenjutsu: dos adversarios armados de un “fuguro shinai” (un arma en bambú, forrada en cuero laqueado).


yagyu shinkage ryu

Durante la era Edo (actualmente Tokyo, 1603-1868) la Yagyu Shinkage Ryu fue adoptada entre las artes marciales oficiales de corte del Shogun Tokugawa Iemitsu. Desde 1560, la escuela Ygyu Shinkage Ryu de Kamiitzumi es mantenida dentro de la familia Yagyu sin interrupción (el Soke actual –depositario del saber de la escuela- es Yagyu Nobuharu sensei). La escuela original se escinde en dos ramas: el estilo practicado en Edo, la nueva capital de los shogun Tokugawa, que tomo el nombre de Yagyu Shinkage Ryu, el estilo original de Owari (Bishu) de la región de Nagoya, Owari Shinkage Ryu, que sobrevivió igualmente hasta nuestros días.


(yagyu) seigo ryu battojutsu

Paralelamente a la Yagyu Shinkage Ryu hyoho (hyoho es una de las numerosas apelaciones del sable en japonés), una escuela de Jujutsu se desarrolla bajo el nombre de Seigo Ryu. Como muchas escuelas de Jujutsu de esa época, Siego Ryu fue muy influenciada por las técnicas “muto” de la familia Yagyu, pero fue también extendida a las artes marciales armadas. Seigo Ryu Battojutsu (o iaijutsu, predecesor del iaido), que emerge al fin del 17mo siglo, fue oficialmente adoptada en el 18vo siglo por la familia Yagyu. Estas técnicas, practicadas solo con un sable verdadero completaban perfectamente el entrenamiento de kenjutsu con fuguro shinai.


shinkage ryu

En 1936, Yagyu Genchu, el 14to soke de la familia Yagyu, mandato a Kashima Kiyotaka sensei a enseñar entre otras cosas, batto y kenjutsu fuera del grupo Yagyu. En 1955, los diferentes nombres de su estilo fueron finalmente reagrupados bajo el nombre simple de Shinkage Ryu, con un total de alrededor de 35 técnicas de Iaido, pero que no son repartidas y ordenadas como en Muso Shinden Ryu, por ejemplo. El alumno mas importante de Kashima sensei, que murio en 1978, fue junto a Mori sensei, Akita Moriji sensei (hanshi 8vo dan), a su turno, Akita sensei entrena Matsuoka sensei (kyoshi 8vo dan), el es mi maestro actual de la escuela Shinkage Ryu.





Zen y Artes marciales: un aprendizaje de la vida y la muerte.



Del punto de vista de la pura eficacia técnica y de fines de defensa personal
una gran parte de lo enseñan las artes marciales es inutilizable: uno no se pasea en nuestros días armado de un sable o de un bastón! Además, poco de esas técnicas permiten de defenderse eficazmente frente a un cuchillo o un arma de fuego. El aprendizaje de una defensa personal no consiste en dominar un repertorio de técnicas (lo que es generalmente una de las finalidades de las artes marciales), sino mas bien a efectuar un cambio de estado desde el punto de vista interior, dentro de una lógica de supervivencia.

Las artes marciales pueden de todas maneras ser utilizadas para estos fines, pero es necesario tener una tutela especializada (particularmente para aquellas personas que se interesan en la defensa personal luego de haberse encontrado frente a una situación de agresión).
Es de todas formas interesante de constatar que en Japón, la idea de entrenarse en la defensa personal es prácticamente desconocida.


Que relación hay entre el Zen (meditación o concentración budica) y las artes de combate?

El budismo Zen fue introducido en el Japón durante la era Kamakura (1185-1333 después de C). Dos personajes emblemáticos responsables de esta introducción fueron los monjes budistas japoneses Eisai (1141-1215) y Dogen (1200-1253), que habían estudiado el Budismo Chan en China. Bajo la impulsión dada por sus sucesores Tokiyori (1227-1263) y Tokimune (1251-1284), este budismo Chan, transformado en Zen en japones, se introdujo en la vida cotidiana de los japoneses, el es a menudo reconocido por haber ejercido una influencia importante sobre la vida de los samuráis.


El hombre, desde la noche de los tiempos, busca ser fuerte para combatir y al mismo tiempo, busca la sabiduría, mas el avanza en su evolución física, mas el domina su entorno y sus técnicas de combate, mas el se transforma y busca la fuerza, belleza y sabiduría en las practicas tales que la meditación y las artes marciales que exceden la sola dimensión física. A lo largo de su historia, el arte del sable del samurai evolucionara de simples técnicas (jutsu) de combate hacia una intermediación, una vía (do) entre el hombre y la divinidad con la cual el se identifica. Así, el Bu do, literalmente “la vía del guerrero”, reagrupa un ensamble de artes marciales así como también la relación con la ética, la religión y la filosofía: el kanji “bu” quiere decir “detener, detener la lucha”… El ideal del guerrero era, por el dominio de su arte, de no tener necesidad de combatir, de imponer, sin combatir frente a una agresión eventual, la sabia resolución de no irse a las manos.

En tanto que « Do » significa la vía, « Wasa » , significa la técnica ; la practica de la vía y la búsqueda de la perfección en el dominio de un arte marcial, residen antes que nada en el dominio de las técnicas ; pero ella apunta finalmente a la sabiduría, concretizada de forma paradójica en la prohibición del enfrentamiento.
La vía es entonces un método, una enseñanza para comprender en principio su propio espíritu, su YO… La búsqueda de un YO libre, el abandono del ego, son elementos constitutivos de una comprensión lograda de las artes marciales. Nuestra relación con los otros es, en efecto tanto mas rica y calma cuando ella resulta de la practica de un YO libre y del abandono de nuestro egoísmo.
El objetivo de nuestra búsqueda es justamente de encontrar la justa vía, de abstraerse de las ilusiones. De ahí el aprendizaje, a través especialmente de la meditación zazen, de prácticas que permiten de alcanzar un estado de conciencia sin discriminación, desembarazado de ilusiones molestas. Pensar, sin pensar – Hishiriyo: espíritu libre de toda consideración – tal es en efecto el estado de espíritu que un combatiente debe poseer para ser capaz de reaccionar en no importa que situación. Es allí que reside el líen básico – y utilitario – entre la practica del Za Zen y las artes marciales, la capacidad de ser libre mentalmente - KU o la Sunyata – el vacío para reaccionar o anticiparse.


Los principios del Bushido: Bu arte marcial, Shi el guerrero, Do vía

Estos principios (7) los encontramos en el simbolismo del hakama, la pollera pantalón utilizada en la práctica del Aikido, Kendo, Kenjutsu, Kyudo, Iaido Tiro al arco a caballo.

GI: la decisión justa dentro de la ecuanimidad, la actitud justa, la verdad.
YU: la bravura, el heroísmo.
JIN: el amor universal, benevolencia hacia la humanidad.
REI: el comportamiento justo, que es un punto fundamental
MAKOTO: la sinceridad total
MELYO: el honor y la gloria
CHUGI: la devoción, la lealtad

La práctica principal reside entonces bien dentro de la educación del comportamiento justo. El budo japonés se desarrollo efectivamente en relación directa con la ética, la filosofía y la religión, no dentro de una relación profunda con la performance deportiva, que es una concepción más occidental que oriental.


Dentro de estos principios, encontramos los aspectos budicos a saber relacionados con los cinco elementos:
Calma de los sentimientos
La obediencia tranquila frente a lo inevitable
El dominio de si mismo, en presencia de no importa que circunstancia
La intimidad más grande con la idea de la muerte que de la vida
La pura pobreza

Pero también, los ocho niveles de conciencia, los seis primeros correspondientes a los órganos de los sentidos y el séptimo correspondiente al espíritu.


El objetivo de un practicante debe ser la búsqueda de su propio perfeccionamiento a través de la práctica de Zazen y de las artes marciales, pulir la piedra bruta que es el espíritu y el cuerpo. Y esto hasta el fin de su vida, dado que se trata de una practica sin fin, como olas que se suceden o como el agua de una cascada que cae, sobre piedras poco a poco, el cuerpo y el espíritu encuentran la tranquilidad, la calma, el dominio y el perfeccionamiento. Sin embargo dentro del Zen la práctica debe ser sin objetivo, sin espíritu de lucro MUSHOTOKOU. No es así, es un poco contradictorio de decir esto?
No más que aprender a combatir para no tener que hacerlo: la práctica del Zen y de las artes marciales consiste finalmente a lidiar con paradojas que están mas allá de un razonamiento lógico, que superan un abordaje racional tan necesario para nosotros los occidentales.



Si aplaudimos con las dos manos generamos un sonido. En tanto que con una sola que pasa?


Los tres niveles como una búsqueda de iniciación:

La primera etapa (SHOJIN): una fase de práctica con la voluntad y la conciencia que son necesarias al inicio de la práctica. En esta fase, el físico es mas importante que el espíritu para el practicante que debuta (nivel Shoden en las artes marciales)
La voluntad y el esfuerzo físico son indispensables. El físico domina el espíritu

La segunda etapa (Chuden en las artes marciales) es la del tiempo de la concentración sin conciencia, espíritu libre capaz de reaccionar en no importa que situación. Los parásitos de su espíritu son eliminados. El físico y el espíritu tienden a la convergencia, a una unificación.

La tercera etapa es aquella de la maestría (Okuden en las artes marciales) donde el espíritu domina el físico. El espíritu alcanza la verdadera libertad, la muerte y la vida no son que uno, la intuición y la acción deben brotar al mismo tiempo.
Estas etapas representan los niveles por los cuales un practicante que ha hecho una elección de vida debe pasar. El logro de estos niveles que le confieren el justo dominio de la practica simbolizado par el Shiho (la transmisión de maestro a discípulo dentro del zen) y el Menkyo Kaiden (en las artes marciales) y a su turno el practicante podrá enseñar a los otros.


Dominar el espíritu

En un combate, no hay que mirar el cuerpo del adversario sino su espíritu (leerlo en sus ojos). Dirigir nuestro propio espíritu en esta dirección, es lo que llamamos el comportamiento de Kimochi o mas profundamente el Kokoro que quiere decir combatir con el corazón.

Cuando estamos en un barco y miramos la costa, es la costa que se aleja o el barco?
Si miramos en el interior del barco veremos que es el barco que se aleja, ahora bien cambiemos nuestra mirada hacia nuestro interior a fin de atrapar nuestra naturaleza original. Pero que es la naturaleza original? Cuando yo estaba en un templo en Japón le Roshi (abad del templo, maestro zen) el segundo día de mi llegada al templo (encima que no hay respuesta dado que se trata de un útil de formación del espíritu del practicante) me hizo la siguiente pregunta (lo que llamamos un Koan)


“Cual era tu cara antes del nacimiento de tus padres?”

Es muy difícil de responder a esta pregunta, así como a otros KOANS con un razonamiento racional. Hay que responder de una manera natural como hubiera respondido un niño.
El tercer día el me pidió de ir a mirar la cara de Buda (sobre su estatua situada en el fondo de la sala de meditación), a mi regreso el me pregunto “ y entonces, como son sus ojos?”
Y le respondí (racionalmente) “en meditación”. El me grito nooo, tu no has comprendido nada…
Yo racionalmente hice una simplificación diciendo “en meditación” dado que en este estado los ojos son mitad cerrados, la mirada esta posada a un metro delante de uno y mirando sin mirar, es decir sin fijarlos en un punto en particular.
Roshi esperaba simplemente que yo le dijera “los ojos son cerrados o semi cerrados”, es todo.
Así seguí durante los 10 días que yo pase en el templo, cada vez el me respondía: nooo… Recomienza (pero sin tu cerebro) con acciones (HITS)


La naturaleza original de la existencia no puede ser realmente captada por nuestros sentidos, nuestras impresiones. Cuando nosotros la tomamos por nuestros sentidos, la materia objetiva no es real, sino la imaginación. Cada uno tiene una percepción en función de su propio filtro de la realidad, se su historia personal, de su formación, de su cultura. Hay que aceptar estas diferentes visiones, pero ellas no son que ilusiones, es porque ellas son ilusiones que ellas son a menudo el origen del sufrimiento. Para eliminar el sufrimiento hay que eliminar las ilusiones, para eliminar las ilusiones hay que llegar a la naturaleza original… pensar sin pensar. Aquí y ahora. Ichi e ichi go

Otra cosa es la liberación del espíritu, la aniquilación del ego y la eliminación de las ilusiones, las artes marciales y el Zen tienen otro punto en común: el trabajo sobre la energía, el Ki (o CHI)

Esta creación y la concentración del Ki son diferentes para cada uno de nosotros. El secreto de las artes marciales es de aprender a dominar su espíritu y su energía. Es espíritu debe transformarse en la sustancia, sin forma, el vacío. En un combate si nuestro espíritu esta en un estado de Ku, el vacío sin sustancia, entonces es posible de responder, en cambio si nuestro espíritu esta preocupado por los movimientos del adversario entonces podemos estar seguros de perder.
Nuestro espíritu debe dirigirse libremente, no tener la voluntad o el deseo a todo precio de ganar, o de atacar. Mirar sin mirar al adversario, seguir sus movimientos sin seguirlos, el espíritu no queda fijo sobre nada por lo que el verdadero espíritu aparece. (Taisen Deshimaru).

« El reflejo de la luna sobre el río esta siempre en movimiento » Sin embargo, la luna existe y no se va, ella queda, pero ella se mueve.
En un combate, el espíritu debe ser como la luna, pero el cuerpo y el tiempo pasan. Como en el Za Zen, el cuerpo no se mueve, el queda inmóvil como una montaña, pero los pensamientos pasan como el tiempo, sin ataduras a los pensamientos ni al tiempo.

Absorción unificadora:
Es el logro de la concentración dentro de la observación y de la observación dentro de la concentración, que nosotros llamamos « la absorción unificadora »
Es bien el estado que permite una vigilancia o Sanshin o como dice mi maestro Zen “espíritu despierto”. Así nosotros podemos tener una visión grande, profunda a fin de ver las cosas tal que ellas nos son presentadas.

« El caracol bajo la lluvia
sin una mirada sobre la flor roja »

Se trata de mirar un caracol que pasa?
Se trata de observar el movimiento de un caracol que bajo la lluvia, avanza tranquilamente?
Se trata de observar la flor roja que esta a su lado?

Si estamos solamente concentrados en el caracol entonces no vemos nada más.
Si observamos solamente que hay una flor roja al costado del caracol no estamos en la realidad (del caracol que pasa).

En cambio si observamos con una cierta concentración los dos elementos constitutivos entonces podemos hablar de una absorción unificadora que nos permite hacer una distinción, un control del conjunto de elementos dentro de su conjunto.


Por analogía con lo que precede, en un combate no hay que concentrarse en el sable del adversario, no hay que observar sus desplazamientos. Hay que capturar simultáneamente la totalidad de los elementos: las miradas, los desplazamientos, el sable, su respiración, etc. Entonces podemos decir que estamos en una absorción unificadora, sin por lo tanto estar tetanizado por esos elementos por el hecho de que estamos absorbidos.
“La verdadera observación debe ser extremadamente rápida, porque desde que ella se prolonga, elle se vuelve automáticamente origen de ilusión” dice el Maestro Jean Pierre Faure, el abad del monasterio Kanshoji.

Es también del pensamiento y del no pensamiento que denominamos dentro del zen mediante el termino « HISHIRYO » Es un pensamiento completamente libre que se ha artificialmente desarrollado por el « yo ».
Un pensamiento que viene del fondo del no pensamiento.

Como en la practica del arte del sable, es indispensable de tener un estado de espíritu “MUSHOTOKU” sin espíritu de lucro, durante la practica del zazen.
Entonces, hay que llegar, por medio de esta alternancia extremadamente rápida de concentración y de observación, donde los dos son necesariamente en un estado donde el “yo” desaparece de mas en mas.
En la literatura Zen, Dogen la denomina la “combustión total”; todo se quema, no quedan rastros, no hay restos, no hay rigidez.

“Es este estado, es la realidad ultima, es decir no hay mas alguien, uno, yo” artificial que se extirpa de la realidad, por ser testigo. Hay justo la experiencia directa, bruta, natural” cf.: Maestro Jean Pierre Faure.


traduccion en Espagnol -Jorge Georges alumno del Dojo Sanbokyodan.









La voie du Fer sep 2007